La calidad del suelo y el agua son dos aspectos básicos, si se habla en términos de sostenibilidad ambiental y salud humana.
Para poder comprender la importancia de su preservación, existen diversas figuras reconocidas que se destacan por su labor en este campo de investigación. Una de ellas es
Stella Maris Carballo, una química especializada en análisis de calidad del suelo y agua.
Su aporte fue considerado fundamental a la hora de abordar diversos desafíos relacionados con la contaminación y degradación ambiental mundial.
Asimismo, a través de sus investigaciones, contribuyó significativamente al desarrollo de estrategias para la conservación de estos recursos vitales.
Un repaso por su recorrido académico
Nacida en Buenos Aires, Stella Maris Carballo es una investigadora reconocida internacionalmente en el campo del clima y la meteorología agrícola.
En 1971, obtuvo su titulación de grado en Ciencias Económicas, en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y continuó su formación académica especializándose en técnicas analíticas avanzadas aplicadas a la evaluación ambiental.
Durante su carrera, ocupó diversos cargos en instituciones científicas y gubernamentales, lideró proyectos de investigación y asesoró en políticas ambientales.
Su enfoque interdisciplinario y su compromiso con la excelencia científica la posicionaron como una voz influyente en el campo de la calidad ambiental.
Actualmente, desarrolla actividades científicas y de extensión, como especialista senior, del Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), siendo además experta en las áreas de teledetección y sistemas de información geográfica (SIG), y en economía ecológica en el programa del PNUMA-FAO 2.
Por último, es considerada una excelente divulgadora de temas climáticos y agrometeorológicos en el Cono Sur, y participa activamente como columnista del clima en Radio Nacional Buenos Aires.
Aportes al análisis de la calidad del suelo
La calidad del suelo es un componente fundamental del medio ambiente que influye en la producción agrícola, la biodiversidad y la salud de las personas (afectando directa o indirectamente en ella).
Es por esta razón que la licenciada en Ciencias Económicas dedicó gran parte de su carrera a entender los factores que afectan la calidad del suelo y desarrollar metodologías para su evaluación precisa.
En primer lugar, uno de sus principales aportes fue el estudio de la contaminación del suelo por compuestos orgánicos e inorgánicos.
Mediante técnicas analíticas sofisticadas, como la cromatografía de gases y la espectroscopia de masas, pudo identificar la presencia de contaminantes en suelos agrícolas, industriales y urbanos. Igualmente, parte del equipo de investigadores que la acompañaba la ayudó a revelar la presencia de compuestos tóxicos, como metales pesados y pesticidas, y proporcionaron información crucial para la gestión de suelos contaminados.
Por otra parte, y además de la contaminación, puso foco en la degradación del suelo debido a la erosión, la compactación y la salinización.
Sus estudios demostraron los efectos negativos de la deforestación y la agricultura intensiva en la pérdida de fertilidad del suelo y la desertificación. A través de técnicas de mapeo y modelado, identificó cuáles son las áreas más vulnerables y propuso diversas medidas de conservación y restauración.
Para poder llevar esto a cabo, es importante destacar que su laboratorio está equipado con instrumentación de última generación, que incluye espectrofotómetros, cromatógrafos y espectrómetros de fluorescencia, que permiten la detección de contaminantes en concentraciones muy bajas.
Mejoras en la calidad del agua
El agua es un recurso esencial para la vida en la tierra. Sin embargo, su calidad está siendo cada vez más amenazada por la contaminación y el uso insostenible.
Ante esta problemática, la especialista química llevó a cabo una serie de investigaciones destinadas al análisis de una amplia gama de contaminantes en cuerpos de agua superficiales y subterráneos, incluyendo nutrientes, metales, compuestos orgánicos y microplásticos.
Por ejemplo, mediante muestreos sistemáticos y análisis químicos detallados, determinó diversas fuentes de contaminación, como vertidos industriales y urbanos, prácticas agrícolas inadecuadas y sistemas de tratamiento de aguas insuficientes.
De esta manera, sus investigaciones fueron distinguidas como fundamentales para la implementación de políticas de gestión integrada de recursos hídricos, y la protección de ecosistemas acuáticos vulnerables.
Desarrollo de nuevas prácticas y políticas ambientales
El trabajo de Carballo no se limitó únicamente a la investigación académica, sino que también se caracterizó por la difusión de importantes prácticas y políticas en materia de gestión ambiental, tanto a nivel local como nacional.
En colaboración con autoridades gubernamentales y organizaciones no gubernamentales, aportó en la elaboración de normativas y programas de monitoreo ambiental y su experiencia técnica y compromiso con la integridad científica, le valieron el reconocimiento para convertirse en asesora de confianza en cuestiones relacionadas con la calidad del suelo y agua.
El futuro de la calidad del suelo
Stella Maris Carballo dejó una marca significativa en el análisis de la calidad del suelo y agua, demostrando avances valiosos en la comprensión de los procesos que afectan estos recursos vitales.
Si bien los desafíos ambientales continúan evolucionando, su trabajo destaca la importancia de seguir innovando y colaborando en la búsqueda de soluciones sostenibles. A través de la educación, la investigación y la acción colectiva, es posible seguir preservando y protegiendo la calidad del suelo y agua mirando hacia el futuro.
