Norman Borlaugm, el padre de la revolución verde

El científico agrónomo estadounidense contribuyó de forma significativa al llevar a cabo una investigación en el mejoramiento genético de los cultivos. Su trabajo ayudó a alimentar a millones de personas a nivel mundial.

Los aportes de Norman Borlaugm en el sector alimentario

Norman Ernst Bourlaug, comúnmente conocido como el padre de la agricultura moderna, fue una de las personas más importantes en el sector de la agricultura. Gracias a sus investigaciones realizadas por décadas, se consolidó la llamada Revolución verde.

En detalle, Bourlaug ayudó a combatir la hambruna que se vivía durante la década del cuarenta en México, dada la insuficiente producción de cereales. Millones de personas que solían vivir de la cosecha de granos, como el trigo, el maíz y el arroz, finalmente fallecieron por este motivo. 

Ante este escenario, el ingeniero agrónomo estadounidense llevó a cabo distintos trabajos en el territorio mexicano, por lo que años más tarde recibió el Premio Nobel de la Paz. 

Bourlag migró hacia México para intentar lograr trigos que resistan a las enfermedades como la roya de tallo, y modificar las fechas de siembra y cosecha, con el fin de conseguir diferentes variedades de cereal.

Los datos arrojan que en menos de 10 años, el académico multiplicó la producción de trigo en el país, por lo que la población se vio fuertemente beneficiada. 

Su apuesta por la tecnología permitió alcanzar la autosuficiencia en la producción agrícola. En tanto, de 1964 a 1979 dirigió el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo mexicano.

Los detalles sobre el labor de Borlaugm en México

El sector agricultor notaba insuficientes resultados productivos, por lo que la Secretaría de Agricultura de aquel entonces decidió hacer un convenio con la Asociación Rockefeller de Estados Unidos para investigar sobre cómo mitigar los efectos de la crisis alimentaria que atravesaba el país.

Fue así que el científico Norman Borlaug comenzó a trabajar en México, específicamente en la zona del Valle de Yaqui en el estado de Sonora.

Durante varios años, probó la siembra de diferentes tipos de trigo, mientras observaba y analizaba detenidamente cada una de sus características.

Algunos crecían extremadamente altos, otros resistían a las plagas como la roya, algunos tenían alto rendimiento en producción pero en calidad no, otros tipos de trigo se producían de forma adecuada en épocas de frío, y otros en temporadas cálidas.

Con cada una de estas observaciones, se mezclaron varios tipos de trigo, esperando recuperar de cada una, las características más valiosas.

Dicho proceso implicaba gran dedicación y conocimiento de genética. En esta línea, Broulaug conocía en detalle sobre el sector, por lo que pudo desarrollar una variedad de grano de trigo que reunía las propiedades adecuadas, como resistencia al clima, una estatura baja de la planta, alta productividad, resistencia a plagas, calidad en las semillas, entre otras cuestiones.

Borlaugm también estableció parámetros de siembra, cuidado y fertilización de los cultivos, con lo cual estableció un proceso que triplicó la producción de estos granos. De esta manera, evitó la hambruna que se había pronosticado.

Dicha iniciativa no fue fácil, dado que en aquel tiempo no existía la tecnología genética que en la actualidad es tan común. El proceso de combinación de variantes fue un trabajo increíblemente difícil de lograr a través de prueba y error.

Por este motivo, desde el sector señalan que Norman Bourlag fue un salvador de miles de personas que estaban prácticamente destinadas a morir de hambre.  

Cabe destacar que su labor no terminó en México, ya que también compartió sus conocimientos con gran cantidad de países, lo cual lo hizo ser nominado y posteriormente ganador al premio Nobel de la paz en 1970.

El rol de Norman Bourlag en Argentina y su impacto en la producción alimentaria

El profesional vio en el país un gran potencial de producción de alimentos. Por este motivo, trabajó durante varios años en Argentina e introdujo los genes de enanismo en trigo que mejoró notablemente la productividad.

En este caso, a diferencia de África y México, la motivación laboral fue seleccionar cada variedad de semilla de trigo según la zona, un propósito que actualmente se encuentra en el Programa de Mejoramiento Genético.

Por su parte, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) estableció en 1962 un convenio que permitió la participación de Borlaug en la reorganización del Programa de Mejoramiento de Trigo, convirtiéndolo así en el primer proyecto de mejoramiento genético a nivel nacional.

A partir de este, se abordaron los factores que influían y afectaban la producción de trigo en aquél entonces, dando inicio a una red de ensayos de fertilización, evaluación sanitaria y manejo del cultivo. 

Durante varios años, Borlaug realizó largas visitas a las Estaciones Experimentales Agropecuarias de INTA, trabajando junto a los investigadores y genetistas locales en lugares como Marcos Juárez, Paraná Bordenave, Pergamino y Balcarce.

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