Lise Meitner y la energía nuclear: un caso de reconocimiento mundial sin Premio Nobel

La científica argentina llevó a cabo distintos descubrimientos esenciales en la fisión nuclear. Se destacó dentro de un contexto machista, a tal punto que nunca fue galardonada por los premios Nobel.

Lise Meitner nació el 7 de noviembre de 1878 en Viena, Australia. Durante sus 90 años de vida, se destacó como una reconocida científica dada su contribución a los descubrimientos del elemento protactinio y la fisión nuclear. Si bien fue nominada a varios premios Nobel, lo cierto es que nunca recibió uno.

Meitner marcó un antes y un después en la historia de la física. Su historia de vida comienza en una familia de clase media alta judía, siendo la tercera de los ocho hijos del matrimonio de Hedwig y Philipp Meitner.

En el registro de nacimientos de la Comunidad Judía de Viena, las autoridades aseguran que Lise nació el 17 de noviembre de 1878, aunque en otros documentos aparece como fecha de nacimiento el 7 de ese mismo mes, la cual ella consideró verdadera. 

Su padre fue uno de los primeros abogados judíos aceptados en el territorio austríaco. Lise tenía dos hermanos mayores, Gisela y Auguste; y cuatro hermanos menores, Moriz, Carola, Frida y Walter. Todos ellos siguieron el camino de estudios académicos avanzados.

Criada con los valores de Philipp, quien se destacaba por ser un pensador libre para la época, Lise recibió una educación cristiana protestante, a pesar de que sus padres eran nominalmente judíos. 

A diferencia de sus hermanas Gisela y Lola, quienes se convirtieron al catolicismo, ella se encaminó hacia el cristianismo en 1908, siendo bautizada en la Iglesia luterana. 

¿Qué estudio Lise Meitner?

Respecto a su formación académica, desde un principio se mostró interesada en las matemáticas y la física, comenzando sus primeras investigaciones a los ocho años. Su hábito era anotar en una libreta cada uno de sus conocimientos aprendidos.

En aquella época, las secundarias de calidadía solo admitían estudiantes varones, por lo que tuvo que estudiar en una escuela municipal de menor rango. 

En 1899, comenzó a recibir clases particulares junto a otras dos jóvenes mujeres, comprimiendo los ocho años de educación secundaria en solo dos. En julio de 1901, se presentaron al examen externo para ingresar a la universidad, y solo cuatro de las catorce mujeres aprobaron, entre ellas Meitner y Henriette Boltzmann, la hija del físico Ludwig Boltzmann.

Ese mismo año, Meitner se matriculó en la Universidad de Viena para estudiar matemáticas y física. Su pasión por este último campo se potenció al conocer el laboratorio del Instituto de Física.

Con el paso del tiempo, su formación mejoró de forma notable.  Poco a poco comenzó a asistir a las clases de alto nivel en materias como Mecánica Analítica, Electricidad y Magnetismo, Elasticidad e Hidrodinámica, Acústica, Teoría Cinética de Gases, así como Física Matemática y un curso de Filosofía de la Ciencia. 

Todas estas clases eran dictadas por el físico teórico Ludwig Boltzmann, a quien Meitner recordaría años después como “lo más hermoso y estimulante que ella había oído”.

A medida que la sociedad avanzaba en términos de derechos y progresos, las facultades comenzaron a admitir cada vez más al género femenino. Este contexto le permitió expresar su interés por las incógnitas de la radiactividad. 

Su tesis, bajo el nombre de Examen de la Fórmula de Maxwell, fue presentada y aprobada por Boltzmann el 28 de noviembre de 1905. Al año siguiente, Meitner se convirtió en la segunda mujer en obtener el título de Doctora en Física en la Universidad de Viena, con una tesis sobre la conducción del calor en cuerpos no homogéneos.

Pasó la mayor parte de su carrera científica en Berlín, Alemania, donde fue profesora de física y jefa de departamento en la prestigiosa institución Kaiser Wilhelm. En tanto, fue la primera mujer en convertirse en profesora titular de física en Alemania.

Cabe destacar que perdió estos puestos en la década de 1930 debido a las leyes raciales correspondientes a la Alemania nazi. En 1938 huyó a Suecia, donde vivió durante muchos años, convirtiéndose finalmente en ciudadana sueca.

¿Qué descubrió Lise Meitner?

La científica se destacó por dos cuestiones en particular: la fisión nuclear y el protactinio. Respecto a la primera, Meitner descubrió que, al incorporar un neutrón externo, el núcleo de un átomo pesado se divide en núcleos de átomos más ligeros. 

Este fue el primer modelo de fisión nuclear de la historia, desarrollado junto con su sobrino Otto Frisch, su antiguo compañero Otto Hahn y el asistente de este último, el químico alemán Fritz Strassmann.

Gracias a sus descubrimientos, se posicionó como una de las pocas mujeres invitadas a participar en el Proyecto Manhattan, el cual tenía como ejes centrales la investigación y el desarrollo de las armas nucleares durante la Segunda Guerra Mundial.

Este logro se debió a que sugirió la posibilidad de una reacción nuclear en cadena, fundamental para el desarrollo de la bomba nuclear. Sin embargo, Meitner rechazó la invitación a formar parte del plan por razones éticas.

Al publicarse el trabajo sobre la fisión nuclear, Hahn pasó por alto el nombre de la académica, argumentando que el régimen nazi no permitiría la publicación de un proyecto con una autora de origen judío. 

En 1944, Hahn recibió el Premio Nobel de Química por la fisión nuclear, mientras que Meitner nunca fue galardonada, aunque fue nominada 48 veces.

Además de su aporte en la fisión nuclear, Lise Meitner también contribuyó al descubrimiento de un nuevo elemento químico: el protactinio. Este elemento, situado entre el torio y el uranio en la tabla periódica y representado por el símbolo Pa, es radiactivo. 

Su descubrimiento se llevó a cabo en dos fases: en 1913, los científicos Fajans y Göhring descubrieron el isótopo 234, y en 1917, dos equipos independientes encontraron el isótopo más estable, el protactinio 231. 

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