Sandra Myrna Díaz es una bióloga destacada en el campo de la ecología en Argentina y una voz influyente en la lucha contra el cambio climático a nivel mundial.
Nacida el 27 de octubre de 1961 en Córdoba, Argentina, desde joven mostró un profundo interés por la naturaleza y su conservación. A lo largo de su carrera, dedicó su vida a la investigación sobre el cambio climático, la restauración de ecosistemas degradados y la conservación de la flora, dejando una huella indeleble en el campo de la ciencia ambiental.
Una formación destinada al cambio ambiental
Desde sus primeros años como estudiante, Sandra Myrna Díaz mostró un profundo interés por la ecología y la biología vegetal. Se graduó como Bióloga en la Universidad Nacional de Córdoba en 1984, de Profesora en Ciencias Biológicas en 1985, y Doctora en Ciencias Biológicas en 1989, con una tesis doctoral sobre la recuperación post-disturbio en pastizales de altura y el laboreo de la tierra y uso pastoril.
Luego, fue becaria del CONICET en el Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la Universidad Nacional de Córdoba, y posteriormente, ejerció como Jefa de Trabajos Prácticos en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la misma universidad.
En 1991, viajó a Inglaterra donde realizó una investigación post-doctoral en la University of Sheffield, consolidó su experiencia en el estudio de la ecología de comunidades y adquirió nuevas herramientas metodológicas para su investigación.
Al regresar a Argentina en 1993, se reincorporó a la Universidad Nacional de Córdoba, donde continuó desarrollando su carrera académica. Entre 1993 y 1994, fue responsable de la sección correspondiente a Pastizales sudamericanos del Segundo Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (SAR-IPCC), destacándose por su capacidad para integrar la investigación científica con la formulación de políticas ambientales.
Compromiso incansable con la investigación
Una de las áreas de mayor relevancia en la carrera de esta multifacética investigadora es su trabajo en la restauración de ecosistemas degradados. Como fundadora y directora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV) de la Universidad Nacional de Córdoba, lideró numerosos proyectos que buscan recuperar la salud de los ecosistemas dañados por la actividad humana.
Por ejemplo, el más destacado fue la restauración de bosques nativos en la región del Gran Chaco argentino.
Esta área sufrió una grave deforestación en las últimas décadas debido a la expansión agrícola y ganadera y provocó la pérdida de biodiversidad y la degradación de los suelos. Gracias al trabajo de la investigadora y su equipo, se recuperaron vastas extensiones de bosques, promoviendo la regeneración natural de la flora y fauna autóctona y mejorando la calidad de vida de las comunidades locales.
Por otra parte, también realizó importantes contribuciones al estudio de la conservación de la flora. Su investigación sobre la ecología de las plantas proporcionó no solo información valiosa sobre la distribución y el funcionamiento de los ecosistemas vegetales, sino también demostró la importancia de preservar la diversidad genética de las especies vegetales para garantizar su supervivencia frente a los cambios ambientales.
Es importante destacar que Díaz también fue defensora del cambio climático desde una perspectiva integral, incluyendo tanto medidas de mitigación como de adaptación. Como miembro del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, contribuyó en la redacción de informes que influyeron notablemente en la agenda ambiental global y participó en conferencias, seminarios y programas televisivos donde compartió sus amplios conocimientos y expertise en la temática.
Y eso no es todo. Su clara vocación en la formación de discípulos en su área de investigación, le permitió desarrollarse en el ámbito de recursos humanos, donde dirigió siete tesis doctorales, siendo destacable su participación y aporte científico en muchos de los trabajos publicados.
Legado y reconocimiento en el ámbito del cambio climático
El trabajo de esta Dra. en Ciencias Biológicas fue reconocido con numerosos premios y distinciones a lo largo de los años.
Entre las más relevantes se encuentra la obtención de la beca “Guggenheim” otorgada en el año 2002, el Premio Zayed del Ambiente 2005, y el Premio Cozzarelli otorgado por la Academia Nacional de Ciencia de USA, institución que 4 años después la designó como Miembro Asociado Extranjero.
Sin embargo, el reconocimiento más importante es el Premio Nobel de la Paz, otorgado en el año 2007 al conjunto de los integrantes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, del cual la doctora forma parte.
Sandra Myrna Díaz es una voz influyente en la ecología argentina y en la lucha contra el cambio climático a nivel mundial. Su dedicación a la investigación científica, la restauración de ecosistemas y la conservación de la flora la convirtió en una figura clave en la búsqueda de un futuro más sostenible para nuestro planeta.
Su trabajo ejemplar y su compromiso con la protección del medio ambiente son un testimonio de su pasión y su dedicación a la causa de la conservación.
