Kini Roesler: el biólogo argentino considerado un héroe ambiental

Kini Roesler es un biólogo argentino nacido en dicho territorio conocido mundialmente principalmente por su investigación centrada en el ave macá tobiano y los resultados positivos que sus años de trabajo de campo han significado para la preservación de esta especie.

Estudió Biología en la Universidad de La Plata y su estudio de Doctorado en la Universidad de Buenos Aires lo conllevaron a encontrarse en Santa Cruz, en las mesetas de la Patagonia Austral, donde se dedicó a la especie que le traería distinciones importantes y un trabajo de varios años: ave macá tobiano.

Conocido como el director del proyecto Macá Tobiano de la ONG Aves Argentinas, Roesler siempre se ha mostrado interesado por los animales en general, aunque desde pequeño su foco estuvo en las aves y su estudio. 

Siempre ha estado relacionado con proyectos enfocados en las aves tropicales en los territorios de América Latina.

Primeros pasos

Desde un primer momento el biólogo argentino estuvo en contacto con la Fundación Vida Silvestre, aquella que profundizó su interés por las aves y a lo largo de su carrera representó una entidad importante.

Dicha fundación es una organización no gubernamental cuyo objetivo es conservar la naturaleza argentina así como también la implementación de soluciones y acciones que protejan el ambiente y concienticen sobre el mismo.

Su interés finalmente queda plasmado sobre el plan ejercido para recuperar la población del macá tobiano, un ave que vive en la Patagonia y cuyas estrategias de preservación han sido dirigidas por Roesler junto con su equipo.

Roesler y el macá tobiano

La década de trabajos realizados para proteger al ave macá tobiano que se encuentra en la Patagonia Austral y solamente se reproduce en Argentina, comenzaron antes de que Roesler incluso desarrollara el plan estratégico para su preservación.

Como fue mencionada anteriormente, la Fundación Vida Silvestre había realizado monitoreos sobre esta especie. Este primer control permitió al biólogo argentino y su equipo comparar los informes de ese entonces y los suyos propios para así notar el cambio drástico en el número de aves todavía presentes.

Tras preguntarse sobre los diferentes factores que podrían haber causado la reducción de la población, Roesler se vio en la necesidad de hacerse distintas preguntas sobre el aspecto biológico de esta población, lo cual a su vez lo llevó a tomar diferentes medidas: tomar muestras de sangre para realizar análisis genéticos.

Lo lejano y remoto del ambiente conllevaron a que el biólogo argentino junto con sus colegas fueran los primeros en volver a investigar sobre esta especie desde los primeros estudios realizados por la Fundación.

En diferentes aspectos, la investigación significó un compromiso de vida.

Desde adecuarse a las condiciones particulares del ambiente, una zona conocida por su poca presencia de personas, entre ellos puesteros y dueños de estancias, falta de personas, y las condiciones climáticas, el análisis se centró en el macá tobiano y su exitosa reproducción en la zona, así como encontrar los factores de amenaza para su preservación.

Entre estas, destacaron especies invasoras como el visón americano, la gaviota cocinera, y la trucha arcoíris.

A partir de estos estudios, el biólogo argentino junto con su equipo se encargaron de accionar y desarrollar planes de control sobre estos factores, que entre otros, redujeron el número de los macaes.

La importancia del Premio Whitney

Las investigaciones llevadas a cabo en estas zonas de la Patagonia Austral llevaron a Roesler a ser reconocido por los esfuerzos y la dedicación que estudios significaron para la preservación del macao tobiano.

Entre las distinciones más importantes, el biólogo argentino fue uno de los dos latinoamericanos reconocidos con el premio Whitley. Este premio es caracterizado como uno de los más importantes en relación con la conservación.

Estos premios son entregados por la Whitley Fund for Nature (WFN), una organización benéfica localizada en el Reino Unido, que busca beneficiar a las personas y la vida silvestre así como también reconocer y brindar apoyo a las investigaciones relacionadas con la conservación de la naturaleza.

Roesler ha definido esta distinción como importante por la manera en la que dicho reconocimiento permite atraer la atención no solamente de los medios de comunicación, sino también de diferentes instituciones, cuyo apoyo y compromiso es fundamental para el desarrollo de proyectos ligados a la conservación y preservación.

El biólogo argentino ha expresado que el trabajo que han realizado con el macá tobiano ha de empezar a continuar con otras especies para que así los esfuerzos puedan expandirse y se logre un impacto benéfico en el ecosistema y la conservación de la Patagonia.

Conocido como un héroe ambiental gracias a sus proyectos y los años de vida que ha dedicado a la preservación de la especie macá tobiano, el biólogo argentino es ampliamente reconocido por sus labores llevadas a cabo en la Patagonia.

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