El afroamericano investigó en el sector agrícola, con el fin de mejorar el trabajo local y la alimentación a nivel mundial. Además desarrolló técnicas que permitieron crear una agricultura sostenible.
La historia de vida de George Carver
El científico nació Estados Unidos. Fue hijo de esclavos e incluso fue secuestrado junto a su madre y su hermana cuando apenas tenía una semana de vida. Tras ello, fue separado de su familia y fue vendido en Kentucky.
Lo encontraron huérfano y en malas condiciones de vida, principalmente por la tos crónica que padecía. Desde entonces, sufrió de enfermedades respiratorias durante el resto de su vida. Tuvo que sobrellevar un estado de debilidad crónica.
Al tiempo, el estadounidense fue adoptado por Moses Carver y su esposa Susan, quienes lo alentaron para que se formara académicamente. Al mismo tiempo le enseñaron sobre los fundamentos de la lectura y la escritura.
Cabe destacar que en ese entonces no estaba permitido el ingreso de los afroamericanos en las escuelas de Diamond Grove, pero sí a 16 kilómetros al sur de Neosho.
A sus trece años de edad, se alojó con otra familia en Kansas, dado que tenía el deseo de asistir al Instituto Superior en ese lugar. Sin embargo, esto no prosperó. Al ver episodios de violencia y discriminación, decidió abandonar el territorio y asistir a una serie de escuelas distintas.
En 1894 continuó sus estudios en la Facultad de Agricultura del estado de Iowa. Ya en 1896 ejerció el cargo de director del departamento de Agricultura del Instituto Tuskegee, donde llevó a cabo distintos trabajos aplicados a la mejora y aprovechamiento de especies botánicas que pudieran alternarse con el cultivo de algodón de las regiones del sur de Estados Unidos.
Dichas especies eran el maní, el boniato y la soja; especies con las que experimentó y obtuvo numerosos usos industriales.
Los resultados de las investigaciones de George Carver
Del maní, también conocido como cacahuete, extrajo más de 300 productos, muchos de ellos alimenticios, como aceite, harina y queso, y otros muchos industriales, como tintes, jabones y plásticos.
De la batata se derivaron cien productos, tales como el pegamento y el caucho sintético. Del aceite de soja y la tierra, obtuvo pinturas con las que hizo varios cuadros que luego fueron premiados.
Esto demostró la posibilidad de crear productos alternativos al cultivo de algodón. Asimismo, desarrolló el algodón híbrido y proporcionó varios métodos para aprovechar mejor la tierra.
Su trabajo llegó a ser reconocido en varios sectores, incluso en los altos cargos. Varios presidentes lo contactaron para felicitarlo, entre ellos, Franklin Roosevelt. Una situación sumamente significativa para él.
En 1935 colaboró en la División de Micología e Inspección de Enfermedades de la Oficina de Plantas Industriales del Ministerio de Agricultura de USA, y posteriormente se creó el centro de investigación George Wanhington Carver, en Tuskegee.
Al terminar sus estudios, George Carver se convirtió en el primer afroamericano en obtener una licenciatura en ciencias. Además fue el primer estudiante de su comunidad en establecerse en la Universidad Estatal de Iowa.
Al combatir la discriminación racial que en muchos casos le impedía desarrollarse profesionalmente, cada uno de estos logros marcaron un hito en su vida.
El método brillante de George Carver para innovar la agricultura
En detalle, el estadounidense experimentó y perfeccionó la manera de devolver los nutrientes a la tierra, una idea que en la actualidad se adopta como agricultura regenerativa, una poderosa solución climática.
Los métodos de Carver, que incluían rotar una variedad de cultivos clásicos y de cobertura, aumentaron la productividad de la tierra. Para crear un mercado para diversos cultivos que fijan el suelo, como los cacahuetes y las batatas, inventó varios tipos de usos.
El descubrimiento de Carver mejoró la condición territorial en la que trabajaban los agricultores. Además, permitió la diversificación del empleo en este tipo de lugares, por lo que hubo acceso a las nuevas oportunidades que ofrecía el mercado en ese entonces.
El reconocimiento social hacia él se potenció entre 1900 y 1920. En este periodo no solo permitió un crecimiento en el sector, sino que también alzó su reclamo hacia la igualdad racial, dado que había una fuerte discriminación a los agricultores negros.
Además, para mediados de la década de 1930 ofreció un tratamiento de masajes con aceite de maní que, en su opinión, ayudó a muchas personas, especialmente a los niños, a aliviar la polio en Estados Unidos.
Finalmente, murió el 5 de enero de 1943. Está enterrado cerca de la tumba de Booker Taliaferro Washington, también defensor de su comunidad.
Por su parte, hay un monumento que le rinde homenaje en tiempos actuales. El mismo se creó bajo el respaldo legal del senador Harry Truman, lo que lo posiciona como el primer monumento nacional a un afroamericano.
