El pionero de la lucha contra el cáncer es argentino: la historia de Ángel Roffo en el área de la oncología

Ángel Roffo llevó a cabo distintas investigaciones esenciales sobre el tratamiento del cáncer. En esta línea, su aporte fue clave para el desarrollo del tratamiento oncológico, beneficiando a millones de pacientes en el mundo.

Ángel Honorio Roffo nació el 30 de diciembre de 1881 en la provincia de Buenos Aires. Hoy en día, el argentino es reconocido a nivel global dadas sus contribuciones como médico, quien dedicó su vida al estudio y tratamiento del cáncer.

El académico se formó en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde cursó sus estudios y se graduó en 1909 con la tesis El cáncer, contribución a su estudio, la cual recibiría el Premio Facultad más tarde.

Al poco tiempo se convirtió en jefe de trabajos prácticos de la cátedra de Urología de la UBA. Entre 1912 y 1915 fue profesor adscripto de la cátedra Anatomía Patológica. También se desempeñó profesor adjunto en la misma, de 1915 a 1931.

En 1912, el médico argentino Daniel Juan Cranwell presentó ante la Academia Nacional de Medicina de la Argentina el trabajo de Ángel Roffo titulado Cáncer experimental, en el cual se resumían diversas experiencias sobre los animales de laboratorio. 

La difusión de este trabajo por parte de Cranwll fue fundamental para la creación de un instituto experimental dedicado al estudio y tratamiento del cáncer, lo que se concretó en 1922 con la fundación del Instituto de Medicina Experimental, actualmente conocido como Instituto de Oncología Ángel Roffo.

Este motivo lo llevó principalmente a convertirse en el principal especialista en enfermedades oncológicas de Latinoamérica. Sus aportes en el campo fueron de suma importancia para ayudar a los enfermos de cáncer, particularmente porque hasta entonces no se conocía en detalle las causas de los tumores.

Es importante resaltar que Roffo viajó varias veces a Europa, donde se conectó con destacados científicos de 1920. Durante uno de estos viajes, conoció a Madame Curie y aprendió sobre el uso del radio con fines terapéuticos.

Por otra parte, se convirtió en uno de los pioneros en demostrar la relación entre los alquitranes del tabaco y la aparición de tumores. A finales de la década, se mostró convencido del vínculo entre el hábito de fumar y el cáncer. 

En esta línea, el académico publicó varios artículos sobre la carcinogénesis del tabaco en la década de 1930. Robert Proctor, de la Universidad de Stanford, afirmó que Roffo fue sin duda la mayor amenaza científica para la industria del tabaco antes de 1950.

A lo largo de su carrera, fue galardonado con numerosos premios, incluyendo la medalla de oro del Congreso Internacional de Higiene, el Premio Nacional de Ciencias en dos ocasiones, el Premio Centenario de la Independencia de la Academia de Medicina, la medalla de oro de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, el Premio Centenario de la Independencia de Brasil y el Premio Bauti de la Universidad de Florencia. 

También fue distinguido con la Orden de Caballero de la Legión de Honor francesa, la Cruz de Honor de Alemania, la Gran Cruz del Orden de Cristo de Portugal, el título de Gran Oficial de la Orden de los Andes de Bolivia, la Orden del Sol de Perú, Comendador de la Orden del Libertador de Venezuela y Comendador de la Corona en Italia.

Es importante resaltar el rol de su esposa, Helena Larroque de Roffo, quien nació en Entre Ríos en 1883. Ella estudió medicina, aunque no llegó a recibirse. En la Facultad, conoció a Ángel Roffo y colaboró activamente con él en sus investigaciones. Juntos fundaron el Instituto de Medicina Experimental (actual Instituto Oncológico) y la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC).

Helena también fundó y trabajó de forma activa en la Asociación Cultural de Villa del Parque, Devoto y Talar. Hoy en día, el Instituto, la Escuela de Enfermería, la Fundación y la Asociación Cultural Social y Biblioteca Popular Helena Larroque de Roffo conforman un complejo que honra el legado de este matrimonio.

Por razones políticas, el doctor fue separado de la dirección del Instituto de Medicina Experimental y falleció el 23 de julio de 1947. Actualmente, el Instituto lleva su nombre.

Los 100 años del Hospital oncológico Ángel Roffo 

María Adela Jasnis, la actual subdirectora del Instituto de Oncología Ángel Roffo, aseguró que el fin principal de la institución médica es ofrece un espacio para estudiar y atender el cáncer. Se trata del primer hospital de estas características dentro de la región.

En otro orden de cosas, la especialista en oncología afirmó que actualmente el sitio genera sus propios fondos económicos a partir de los aportes de las obras sociales y prepagas. 

En tanto, Jasnis señaló que existe un porcentaje de pacientes que no tienen los recursos necesarios, y el hospital los atiende de manera gratuita, proporcionándoles el tratamiento correspondiente.

Respecto de la cantidad de enfermos oncológicos, la subdirectora explicó que Argentina se encuentra en la media general mundial. En detalle, el Hospital Roffo recibió en los últimos meses un total de 36.000 consultas. 

Según indicó, quienes se atienden allí es porque ya tienen un diagnóstico oncológico confirmado. Además, explicó que “el hospital evalúa el tratamiento que cada paciente está llevando adelante y, de ser posible, se le indica un tratamiento mejorado”.

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