El paso de Lino Barañao en la comunidad científica argentina

El bioquímico argentino tuvo una figura importante en la promoción de la investigación científica argentina. No solo porque se desempeñó como ministro de Ciencia, sino que además contribuyó de forma significativa al país.

José Lino Salvador Barañao nació el 28 de diciembre de 1953, en Argentina. Él es doctor en química y político argentino. Desde 2007 hasta 2018, se desempeñó como ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. Cuando el Ministerio pasó a ser Secretaría del Ministerio de Educación, su cargo se extendió hasta diciembre de 2019.

Barañao estuvo a cargo del puesto desde que se creó el Ministerio. Fue hace 17 años que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo nombró como tal. 

El exfuncionario es egresado del Colegio Nacional Mariano Moreno. Se graduó como Licenciado en Ciencias Químicas, con orientación en Química Biológica, en la prestigiosa Universidad de Buenos Aires en 1976. Cinco años más tarde obtuvo el título en el doctorado.

Hasta el momento, tiene finalizados estudios de posgrado en una reconocida institución académica de Alemania y Estados Unidos. Además, mejoró su formación académica en los Institutos Nacionales de la Salud de México.

Respecto a su carrera profesional, Lino Barañao es investigador principal del CONICET, director del Laboratorio de Biología de la Reproducción y Biotecnología Animal, y profesor titular en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.

Entre sus más destacadas distinciones, se encuentran los premios que la comunidad científica argentina le otorgó en reiteradas ocasiones: en 1976, 1980, 1987, 2003 y 2013.

La carrera política de Lino Barañao

En primer lugar, cabe destacar que fue Presidente del área tecnológica del CONICET durante 1999 y 2000. De 2004 a 2007, se dedicó a liderar la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnología.

Sobre sus puestos políticos, Barañao se desempeñó como Ministro de Ciencia y Tecnología durante la gestión de Cristina Kirchner, la cual se mantuvo entre 2007 y 2015.

En detalle, la entonces jefa de Estado lo designó como primer ministro de Ciencia. A su vez, ocupó varios cargos como miembro del Consejo de Administración de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN).

En noviembre de 2008, Lino decidió promulgar la Ley Raíces bajo el objetivo de revertir la fuga de cerebros, el popular fenómeno que tiende a expulsar a los científicos al exterior.

El programa Raíces mantuvo el foco en establecer redes de conexión entre los profesionales del sector y la ciencia que se desarrollar en el país, lo cual pretendía favorecer su repatriación.

Si bien comenzó en 2003, durante la presidencia de Néstor Kirchner, fue institucionalizado en 2008 mediante la Ley 26.421, en la presidencia de la reciente vicepresidenta.

El último relevamiento indicó que hasta octubre de 2013 volvieron más de mil científicos, logrando revertir -en conjunto con otras medidas y programas- la tendencia histórica de fuga de cerebros que existía en el territorio argentino.

Los objetivos para él eran claros: difundir las actividades del sector en otros países; aumentar la relación entre investigadores locales y extranjeros; integrar a los profesionales residentes en el exterior a las actividades del Gobierno; y facilitar su retorno al país.

De esta manera, Barañao decidió luchar por el conocimiento y el prestigio argentino. El foco estaba puesto principalmente en quienes deseaban reintegrarse en el territorio y continuar con su formación profesional.

Como Ministro de Ciencia, fue el portavoz oficial de Tecnópolis, la megamuestra de arte, ciencia y tecnología más grande de América Latina, ubicada en la provincia de Buenos Aires.

Al mismo tiempo, el exfuncionario impulsó la creación del primer canal dedicado a transmitir contenidos de ciencia y tecnología local, llamado Tecnópolis TV. Se trató de la primera señal de televisión de alta definición de dicho sistema.

Las iniciativas científicas que tuvo Lino Barañao en Argentina

Durante su paso por la política, el país desarrolló y llevó a cabo la instalación de Tupac, una supercomputadora local que compitió fuertemente con México y Brasil. Ambos países son presentados como líderes en contar con este tipo de equipamiento en la región latinoamericana.

En agosto de 2022, participó de la creación de Pampa, la primera ternera clonada de Iberoamérica, alterada genéticamente para la producción en leche de hormona de crecimiento humana.

En octubre de 2011, inauguró el Polo Científico Tecnológico. Es un centro donde se trabaja de forma constante con diversas áreas como la administración, investigación y divulgación de la ciencia y la tecnología nacional.

Ya en 2013 presentó un plan estratégico para llevar al país a una sociedad moderna. La meta era lograr, a través de la ciencia y la tecnología, un desarrollo económico y de inclusión social para las próximas generaciones de argentinos. 

El proyecto incluía una serie de actividades estratégicas que contribuían a promover el desarrollo, creando riqueza para su justa distribución.

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