El agrónomo argentino es conocido a nivel global por contribuir al desarrollo de los cultivos genéticos. La región trabaja en parte gracias a los resultados de sus investigaciones.
Ricardo Melchiori es un investigador destacado del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Paraná, específicamente en Argentina. Su trabajo se centra en el desarrollo y aplicación de la agronomía, aprovechando las nuevas tecnologías disponibles en el campo.
Uno de los conceptos clave en su investigación es la llamada nutrición por sitios específicos, la cual implica la aplicación de nutrientes de forma precisa y selectiva en función de las necesidades específicas de cada terreno.
Para llevar a cabo esta tarea, Melchiori utilizó varias herramientas tecnológicas avanzadas, como mapas de suelos y topográficos, así como la caracterización detallada de los ambientes agrícolas. Además, usó funciones de mapeo de rendimiento que le permitieron analizar el desempeño de los cultivos.
El uso de sensores remotos, drones y satélites fue fundamental en su proyecto, ya que de esta manera pudo obtener datos precisos y actualizados sobre el estado de los cultivos y del suelo.
En detalle, dicha información se integró en los sistemas inteligentes de análisis y respuesta, lo que permitió tomar decisiones informadas en tiempo real.
El enfoque de Melchiori tiene un impacto significativo en la agricultura moderna, ya que promueve un uso más eficiente y sostenible de los recursos naturales, como el agua y los fertilizantes.
La aplicación de la dosificación variable, basada en la información recopilada mediante estas tecnologías, permite hoy en día maximizar la productividad de los cultivos mientras se minimiza el impacto ambiental.
Por estos motivos, desde el sector aseguran que su trabajo ha contribuido a la adopción generalizada de prácticas agrícolas más precisas y rentables, marcando una diferencia notable entre los agricultores que utilizan estas herramientas y los que no.
El descubrimiento de Ricardo Melchiori lo llevó a posicionarse como un líder en la investigación agronómica que se basa en la tecnología. Sin dudas, su trabajo está transformando la forma en que se practica la agricultura en Argentina y en el resto de la región latinoamericana.
Agricultura de precisión: el aporte de Riccardo Melchiori como parte del INTA
El agrónomo participó de un relevamiento junto con otros profesionales del INTA para conocer en detalle la situación en la que se encuentra la agricultura local. En esta línea, aseguran que el país se encuentra ante la presencia de una revolución tecnológica y digital, particularmente en las maquinarias agrícolas.
Para ellos, esta realidad supone una mejor eficiencia en las labores y la generación de datos, así como también un incremento en el rendimiento de los diferentes cultivos.
El informe determina que el avance tecnológico en el sector agrícola estuvo en constante crecimiento en los últimos años, con la adopción de prácticas como la siembra directa, la mejora genética de cultivos y el desarrollo de maquinaria nacional.
De cierta manera, este impulso llevó a incorporar sistemas de agricultura de precisión, destacando la tecnificación y el aumento de la eficiencia en la producción de granos por hectárea.
Entre los beneficios de la tecnología, se nota la automatización de la siembra, el monitoreo preciso del rendimiento y la aplicación selectiva de los agroquímicos que se usan para controlar los rendimientos del suelo.
Cada uno de ellos promueve el avance del sector, el cual pretende mejorar la productividad y reducir el impacto ambiental.
El uso de la tecnología en el sector agropecuario
En los próximos años, se proyecta que haya un 20% más de tecnología en la maquinaria agrícola, con algunos rubros experimentando un mayor crecimiento que otros. Sin embargo, esto dependerá de ciertos factores como el retorno de la inversión, la amortización y la disponibilidad de créditos accesibles para su adquisición.
Desde el sector indican que podrían incorporarse mejores sistemas de monitoreo en las cosechadoras activas, lo que permitiría una gestión más eficiente. Además, se prevé una mayor adquisición en los motores eléctricos que controlan la dosificación de insumos en las sembradoras, lo que prolonga la vida útil de la maquinaria.
La siembra variable sería otro aspecto clave impulsado por la tecnología de precisión. Esto permite una distribución óptima de los insumos y una mejora significativa en la eficiencia de la siembra, lo que se traduce en una mayor rentabilidad para los productores.
En cuanto a la aplicación de fitosanitarios, se observó un aumento en la adopción de tecnologías de aplicación selectiva, lo que permitió manejar de forma consciente y sustentable los agroquímicos. Esta tendencia contribuye a una reducción notable en el volumen de aplicaciones y a un control más efectivo de las malezas.
En resumen, la incorporación de tecnología en el sector agrícola argentino está transformando la forma en que se practica la agricultura, mejorando la eficiencia, la sostenibilidad y la rentabilidad de la producción agropecuaria.
